Existe un discurso optimista, se podría decir una promesa democratizadora, en torno a los medios sociales. Este pensamiento se ha incrementado a partir de algunos acontecimientos ocurridos en diversos países, donde pareciera que las redes sociales han tenido la responsabilidad absoluta de las revoluciones o movimientos sociales. Sin embargo, esto es un argumento de determinismo tecnológico. Lo que sí es un hecho es que el acceso a redes sociales permitió que los descontentos se encontraran más rápido en las conversaciones y se pudieran articular dichas movilizaciones más rápido; esto es lo revolucionario de las redes sociales, las cosas suceden más rápido.
Entonces, ¿qué está sucediendo en el mundo comunicativo? ¿Cuál es el impacto de las redes sociales en el periodismo y la comunicación?
La introducción de una nueva tecnología para la comunicación modifica la forma en que socializamos, la manera de entendernos individual y socialmente; a la vez que afecta los procesos de comunicación tal y como se vienen conociendo.
En consecuencia, las redes sociales son un espacio de exploración pero sobre todo de diálogo. Son espacios de diálogo y conversación, por eso son más difíciles de aprender y manejar.
Mucho se dijo que el periodismo moriría a causa de las redes sociales, del internet, etc. Por el contrario, hoy el periodismo es más necesario que nunca, sólo que ahora tiene que saber contar historias, contextualizar, hacer investigación y tener todo aquello que no ofrecen las redes sociales.
A los medios tradicionales les hace falta brindar ese valor agregado. Con el paso del tiempo se fueron volviendo ajenos a su público, la mayoría de los medios tradicionales están diseñados para los círculos de poder o para aquellas personas que llevan años leyéndolos todos lo días. Esta lejanía con el ciudadano común es lo que está haciendo que cada vez sea más reducida su audiencia.
Los medios de comunicación tradicionales, en especial los periódicos, se han vuelto aburridos; eso hace que los lectores no se acerquen a ellos, no porque se tenga cuenta en Twitter y los lectores revisen minuto a minuto la información, sino porque lo que se dice en el periódico no atrae, es poco interesante, no brinda información adicional, no da contexto. Adicionalmente, cada día aparecen nuevos medios electrónicos que brindan lo anterior e impactan a los medios tradicionales.
Hay que tomar también en cuenta que las nuevas audiencias ya están familiarizada con la tecnología y buscan respuestas de manera instantánea;además de que no está dispuesta a pagar por ningún contenido que está recibiendo pero que de igual forma quiere contenido de valor, que si no lo recibe del medio con renombre algún otro le dará ese contexto y relevancia buscado.
¿Qué deben hacer los medios para ofrecer un mejor periodismo que le hable a la gente?
Existe la falsa percepción de que la gente no lee contenidos extensos en la web y, por ende, se generó la idea de que se debían escribir textos breves. El periodista o medio, con el afán de ser instantáneo, se queda con los caracteres de un tweet, cuando en la realidad sucede todo lo contrario.
La audiencia está dispuesta a leer lo que esté bien contado, que les aporte valor. Como periodistas y medios de comunicación hay que hacer investigación, cotejar fuentes y contar historias.
Hay que aprender a discriminar información, contar con fuentes confiables y validar la información; pero más importante, los periodistas y medios de comunicación tienen que empezar a contar mejores historias.
Hoy en día, los medios tienen que reencontrarse con su audiencia, tiene que conocerla, saber de sus necesidades informativas, hacer bien las cosas y ser más entretenidos; además de estar consientes de que la capacidad de informar ya no es solo de ellos. Esta capacidad se ha diluido y los usuarios están siendo una parte decisiva en este proceso de creación de información, lo que significa perder el control sobre el proceso informativo, algo que le está doliendo mucho a los comunicadores.
La nueva realidad no es sencilla porque el proceso era otro, el periodista o comunicador pensaba que él era quien sabía; además de conocer cómo decir las cosas, decidía qué era lo que debía ser informado. Con la participación de los ciudadanos y/o usuarios, la pregunta es ¿cuál es el nuevo rol del comunicador?
El trabajo actual del periodista es saber cómo llegar a esos lectores, cómo se van a incluir en conversación; tomando en cuenta que en las mismas redes sociales se están formando grupos simbólicos de interés de los cuales debe conocerse sus gustos e intereses para poder entrar en ellos.
Elementos en la revolución de la comunicación 2.0
- Relación con el lector. Los medios deben conocer a su audiencia; si van a hacer estrategias en redes sociales deben conocer en cuales están sus lectores, ya que existen redes sociales especializadas para todos los gustos e intereses (cine, negocios, literatura, etc.).
- Hábitos de consumo. Es prioritario conocer las horas más activas de los lectores. Aquí también se involucra el concepto Comunicación 360°, donde lo que ve o escucha la audiencia en la televisión o radio lo comenta en las redes sociales, en reuniones sociales, lugares de desenvolvimiento, etc.
- Nuevos lenguajes. No se puede ‘postear’ copiando el boletín de prensa, eso demuestra falta de creatividad. El manejo de redes sociales requiere de capacitación en uso del lenguaje, de articulación y diferenciación de mensajes.
Los medios y periodistas deben aprender a manejar la información dependiendo de la red social que se utiliza. Un error común es poner lo mismo en Facebook que en Twitter, ya que son lenguajes radicalmente diferentes y narrativas totalmente diferentes.
- Agenda temática. Los medios y comunicadores deben usar las redes sociales para saber de que está hablando la gente y conocer cuales son los temas que le importan, más allá de la agenda que pueda tener el medio. Además, se debe conocer cuales son la nuevas agendas temáticas; por ejemplo qué pasa en el país con todos los movimientos sociales, asociaciones ecológicas, movimientos en pos de las minorías, etc. Hay que buscar la agenda temática que le importa al ciudadano.
Conclusión
Las redes sociales forman parte de una transformación social que están equilibrando los procesos comunicativos y están planteando muchas más exigencias a los que se consideran profesionales de la comunicación. Están haciendo que nos fijemos en nuestros lectores y que por primera vez se haga un periodismo dedicado al ciudadano y no sólo dirigido a las cúpulas de poder.
Cuando se habla de voltear a ver al ciudadano, hay que empezar por comprender algunas cosas:
Nos estamos enfrentando a una ciudadanía que ya está usando la información de otra manera, que está discriminando la información y que no necesariamente tiene una educación formal para ello. Ahora los medios tienen que producir contenidos para llegarle a esos lectores y para competir de la misma forma entre contenidos que vienen de direcciones conocidas o desconocidas pero que la audiencia les hace caso.
Es difícil opinar sobre lo que ocurre en las redes sociales si no estamos inmersos en ellas, no se pueden plantear estrategias si se desconoce de qué van, cómo se manejan, etc. Sobre todo es importante entender que tipo de comunicación se está teniendo en ese espacio.
No hay que casarse con ninguna plataforma. Cuando hablamos del poder social 2.0, de las redes sociales y la transformación de la comunicación, no estamos hablando solamente de una plataforma o programa determinado, hay que investigar en dónde están las conversaciones de la audiencia a la cual nos queremos dirigir y en la que queremos incidir. Y lo más importante, recordar que el costo de no atender las conversaciones que suceden en las redes sociales es altísimo ya que son el aquí y ahora.
Basada en la Conferencia Magistral “Capitalizando las Oportunidades de la Tendencia Social de Internet” por Gabriela Warkentin, en el marco de Tecnoforo®; México, 2018.
Los artículos publicados son opinión del autor y no reflejan el punto de vista de InfoSol / Mi Espacio®.