Agotamiento físico y mental, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, indiferencia, desmotivación, menor rendimiento, apatía o dolores de cabeza. Si has detectado que tus colaboradores presentan uno o más de estos síntomas, ¡cuidado!, puede tratarse de un trastorno psicológico ocasionado por el escenario de la pandemia.
De acuerdo con datos de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, entre 45 y 50% de las personas en aislamiento podrían desarrollar el síndrome de cuarentena (reacciones emocionales en respuesta al estado de aislamiento). Y es que como era de esperarse, en el escenario de la crisis de salud por el COVID-19, nuestras rutinas se interrumpieron y nos vimos obligados a cuidar nuestra salud y encontrar formas de seguir trabajando, en medio de un aislamiento y distanciamiento social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió recientemente de las consecuencias para la salud mental que está teniendo el coronavirus en el mundo y las que va a tener en el futuro, con un posible aumento de trastornos emocionales. Entre ellos:
- El síndrome de burnout: un trastorno emocional resultado de un estrés crónico en el lugar de trabajo, que no ha sido manejado con éxito.
- El síndrome de la cabaña: un estado mental de miedo intenso a cambiar de entorno tras un periodo prolongado de encierro.
- El hambre de piel: fenómeno psicológico derivado de la falta de contacto humano que puede llegar a debilitar el sistema inmunológico.
Además, el Consejo Nacional de Salud Mental prevé que la incorporación a la nueva normalidad, tras el aislamiento, puede generar trastornos de adaptación o estrés. Con tantos cambios en nuestra vida y en la de nuestros colaboradores de trabajo, es necesario que los líderes de las organizaciones tomemos un rol muy activo para ayudar a nuestro equipo de trabajo a evitar y/o mitigar estos trastornos emocionales, procurando el bienestar y evitando un impacto negativo en el trabajo cotidiano.
Aquí algunas sugerencias para aportar un granito de arena desde nuestra organización:
Renovar el sentido de propósito
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ToggleEste es un momento perfecto para recordar a los colaboradores la misión y los valores de la empresa, y vincular estos valores con los objetivos de negocio y la organización del personal, señalando cómo cada individuo contribuye a la estrategia de la empresa. Será importante que comuniquemos de manera clara, abierta y frecuente los cambios en el modelo de negocios que la compañía ha tomado en respuesta a la nueva normalidad, y lo que se espera en el futuro.
Una comunicación constante
Sabemos que la nueva normalidad nos exige cumplir con ciertas reglas de distanciamiento social en los lugares de trabajo, pero también debemos ser conscientes de que somos seres sociales. Por ello, debemos buscar la manera de facilitar una buena comunicación con nuestro equipo de trabajo en todos los niveles. Esto ayudará a generar un ambiente de retroalimentación, confianza y compromiso.
Regreso de manera gradual
Esto significa que, al menos en lo que respecta a la asistencia a las oficinas o visitas con clientes, procuremos hacerlo de manera gradual hasta lograr, a lo largo del tiempo y según las circunstancias, un regreso total para ya cumplir la jornada completa en las oficinas. Así, tus colaboradores podrán tomar contacto con su vida “normal” de trabajo poco a poco y no de forma repentina.
Impulsar la pasión por las actividades y responsabilidades
El agotamiento no solo puede ocurrir por exceso de trabajo, sino también por una monotonía en las actividades. Así que, promueve la innovación y su búsqueda constante para que la manera de desempeñar mejor sus funciones se vuelva un reto motivante que impulsará no solo la productividad, sino también su bienestar.
Horas de trabajo razonables
Aunque nuestros colaboradores podrán diferir mucho en el número de horas que pueden trabajar productivamente; aquí lo importante es tener objetivos claros que permitan jornadas laborales asequibles, y fomentar entre nuestro equipo, un respeto a los tiempos de cada uno de los compañeros de trabajo.
Herramientas adecuadas para el trabajo
Esto también es básico para tener colaboradores comprometidos y productivos. Por insignificante que parezca, el lugar correcto en la oficina, la silla adecuada, el equipo de cómputo necesario, entre muchas otros elementos, crean un ambiente confortable para evitar el estrés y la indiferencia.
Mantener el entrenamiento
Sabemos que implicará un gran reto. Quizá tengamos que recurrir a las herramientas digitales para evitar un alto contacto social en la oficina, pero lo importante es asegurarnos que nuestros colaboradores estén actualizados para hacer su trabajo, y hacerlo muy bien. Muchas industrias están en constante cambio, y esto puede ser razón suficiente para promover el entrenamiento continuo.
Impulsar el cuidado a la salud y el bienestar
Aunque no podemos obligar a nuestros colaboradores a practicar ciertas actividades que ayudan a evitar síndromes como el burnout, sobre todo porque se trata de una decisión personal, sí podemos influir en esto. Ayudados por el área de Recursos Humanos, podemos compartir información como recomendaciones de libros, música, apps para practicar deporte, canales de YouTube para meditación y yoga, etcétera.
Situaciones como la pandemia han dejado una huella imborrable en todas las personas del mundo. Como líderes de nuestras organizaciones, estamos comprometidos a cuidar de nuestra gente y procurar su bienestar en el lugar de trabajo para evitar que los trastornos emocionales derivados de la pandemia, generen un ambiente dañino que impacte en la productividad.
"Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos”.
Alejandro Magno
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