La colaboración entre el talento multigeneracional crea una gran ventaja competitiva a las organizaciones, ya que se benefician de distintos puntos de vista y habilidades.
Los desencuentros entre Memo y su jefa se han hecho constantes; ella, una baby boomer, no entiende por qué él, un millennial, prefiere trabajar en casa en lugar de la oficina, ni tampoco por qué no responde sus correos electrónicos y, en cambio, prefiere enviarle mensajes por aplicaciones de mensajería que a ella le parecen poco formales, tratándose del trabajo de oficina, pero que para él, representan la vía más rápida de comunicación para tomar decisiones.
Aunque estas situaciones no son generalizadas, lo cierto es que las organizaciones están enfrentando importantes retos en la gestión del talento, especialmente cuando existen diferencias generacionales; por ejemplo, cuando los líderes son mucho mayores o cuando son más jóvenes que su equipo. Y es que las características de cada generación, aunado a la propia manera de ser, pueden ocasionar fricciones que van desde un nulo entendimiento sobre qué espera el líder de cada colaborador, hasta llegar a confundir la confianza con una falta de respeto.
Este es un tema que cobra relevancia considerando que el actual entorno empresarial está reuniendo cuatro generaciones de colaboradores (generación Z, millennials, generación X y baby boomers) con importantes brechas, quienes necesitan trabajar de la mano para lograr objetivos de negocio compartidos. Así que las organizaciones necesitan gestionar adecuadamente el talento, para mejorar la experiencia de cada colaborador y canalizar los esfuerzos en beneficio de la empresa.
En este punto, la colaboración es un elemento clave, pero para impulsarla, primero necesitamos conocer y valorar las diferencias de los colegas que crecieron en tiempos distintos a los nuestros.
Un momento histórico para las organizaciones
Con la presencia de una fuerza laboral multigeneracional ocupando diversos puestos de trabajo en distintas empresas y extendiéndose a todas las industrias, hoy atestiguamos un momento histórico en la vida empresarial, que si bien implica desafíos debido a los diferentes estilos y prácticas profesionales, formas de comunicación y expectativas laborales, también considero está creando oportunidades significativas para las empresas debido a los diferentes conocimientos, experiencias y habilidades que se reúnen y conjugan en el lugar de trabajo.
Estas diferencias generacionales son abundantes, pueden ir desde distintas ideas hasta diferentes estilos de trabajo, pero a final de cuentas se traducen en una diversidad de perspectivas que enriquecen la vida laboral y pueden impulsar una mejor toma de decisiones que beneficie a la organización.
Colaboración en la gestión del talento multigeneracional
Una de las responsabilidades más importantes de cualquier líder de una organización, es construir y apoyar un equipo colaborativo. La colaboración, especialmente en un ambiente multigeneracional, es clave para el éxito de la empresa; y si logramos una colaboración efectiva, haremos que los colaboradores trabajen en conjunto, obteniendo beneficios para la empresa y para ellos mismos. Esta es la razón y la base fundamental por la que yo llamo “colaboradores” a todos los miembros de una organización, porque aunque cada uno tiene sus propias responsabilidades, estas solo toman sentido e impacto cuando son integradas dentro del engranaje de la empresa.
Aunque sabemos que la colaboración es fundamental para ayudar a una organización a alcanzar sus objetivos, impulsarla puede volverse una batalla cuesta arriba, sobre todo cuando tenemos que gestionar cuatro generaciones diferentes en un mismo lugar de trabajo.
Adoptar una estrategia de gestión que aborde las características distintivas de las diferentes generaciones, puede permitirnos aprovechar las fortalezas respectivas y ayudarnos a competir mejor en el mercado.
¿Cómo construir un equipo colaborativo cuando tenemos una fuerza laboral multigeneracional? En mi experiencia y conocimiento, estas son algunas acciones a tomar en cuenta:
Entendimiento y respeto por las diferencias, pues al comprender y aceptar que somos diferentes, y que al ser diferentes tenemos necesidades distintas; reconocemos la importancia de tratar a cada quien de forma única, según su propia individualidad.
Liderazgo empresarial capaz de entender las diferencias, singularidades y convergencias, para construir un lugar de trabajo que respalde a todos los colaboradores, independientemente de su edad, posición laboral, etcétera; pero que también sepa lograr una conjunción y sincronía de todo el talento.
Comunicación abierta, entendida como la creación de un entorno en el que cada miembro del equipo tenga un espacio para ser escuchado y se sienta seguro de que se respetará su opinión, incluso si el equipo elige una opción alternativa.
Formación y desarrollo de habilidades, que puedes impulsar a través de un programa de formación multigeneracional, que te permita aprovechar las características individuales de cada generación para la distribución de tareas y el logro de objetivos comunes.Espacios de trabajo colaborativos. Después de experimentar el trabajo remoto, ahora es tiempo de combinar esta modalidad con operaciones en el sitio, para crear un ecosistema de colaboración perfecta donde puedan intercambiarse ideas y puntos de vista, y se genere un espacio de aprendizaje que enriquezca a todos.
La fuerza laboral multigeneracional es una tendencia clara que estaremos viendo por un buen rato. Así que la mejor manera de gestionar las expectativas y brechas entre los colaboradores, es a través de una estrategia específica que dé respuesta a todas las partes de la organización.
Esa estrategia debe convertirse en prioridad, asegurándonos de ayudar a nuestro equipo a comprender los efectos positivos de las fuerzas de trabajo multigeneracionales, los desafíos comunes que pueden surgir, así como la importancia de la colaboración como la mejor forma de trabajar juntos y el principio fundamental para impulsar el potencial de toda la organización.
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