Comunicación de masas
La comunicación es el proceso fundamental y vital por el que se trasmiten conceptos en las relaciones de persona a persona. Es fundamental en tanto que la evolución histórica de las sociedades humanas ha estado condicionada a la aptitud que tiene el hombre de transmitir sus emociones, deseos, saber y conocimiento. Vital en cuanto que la oportunidad de comunicarnos aumenta las posibilidades de supervivencia y su ausencia se entiende como una seria forma de trastorno patológico de la personalidad.
Si un niño en sus primeros años de vida es apartado de otros seres humanos, no podrá desarrollar códigos para su comunicación verbal. Este niño no mantiene comunicación con el resto de los individuos y actúa de manera similar a la de los animales, lo que lo privará del desarrollo cultural. Algo que los demás seres humanos consideran un hecho natural, pero que sólo es posible desarrollar en comunidad con otros individuos.
Tan importante es la comunicación entre un individuo y su grupo, y la de los distintos grupos entre sí, que ha sido ineludible, a lo largo de la historia, la realización de estudios diversos sobre la naturaleza de estos fenómenos, resultando en trabajos enfocados desde disímiles áreas como la filosofía, el arte o la política. Sin embargo, es muy breve el tiempo que ha transcurrido desde que la comunicación se transformó en objeto de estudio para la ciencia.
En la actualidad, y debido a los desarrollos tecnológicos, estas comunicaciones -a las que denominamos de masas o masivas- se encuentran mediatizadas, siendo los medios más comunes la televisión, la radio, los diarios, etc. Si bien los adelantos tecnológicos son esenciales para la comunicación masiva, la implementación de éstos no implica necesariamente una instancia de comunicación de masas: por ejemplo, la transmisión de un acontecimiento decisivo para la sociedad donde un canal televisivo emite la señal en vivo, es comunicación de masas. Pero la reproducción de un film donde se aprecia un momento histórico para una familia, como por ejemplo un cumpleaños, no es comunicación de masas.
La comunicación de masas supone condiciones operacionales distintivas, principalmente acerca de cuál es la naturaleza del auditorio, de la experiencia de comunicación y del comunicador.
Naturaleza del auditorio
En la generalidad de los casos, la comunicación de masas está dirigida a un auditorio relativamente extenso, heterogéneo y anónimo. De modo que los mensajes enviados a personas específicas quedan fuera del concepto de “Comunicación de Masas “. Si bien los sistemas postales son importantes para la comunicación de la fracción de la población que permanece fuera del alcance de los medios masivos de comunicación, esto no se considera como un auditorio masivo.
Auditorios grandes y pequeños: Realizar una clasificación del tamaño de los auditorios es a simple vista sencillo, si consideramos que un millón de personas viendo un discurso político por televisión es un auditorio grande, y por el contrario una docena de personas que asisten a una conferencia en la que se presenta un producto comercial, es un auditorio pequeño. Pero de qué tamaño consideramos a trescientas o cuatrocientas personas que asisten a un templo religioso a auscultar el discurso de su Pastor, Rabino, Sacerdote, etc. La definición más acertada podría ser grande, ya que la clasificación atiende a todo público expuesto al mensaje durante un período breve, de manera tal que el comunicador no pueda interactuar cara a cara con el auditorio.
Auditorio heterogéneo: Las noticias transmitidas por medios masivos se dirigen a un conglomerado de individuos que ocupan distintas posiciones dentro de la sociedad que cumplen distintos roles, distintas edades, posición sociocultural, posicionamiento regional, etc.
Anonimato del auditorio: El criterio del anonimato representa que en general el auditorio no mantiene un trato personal con el comunicador y en la mayoría de los casos jamás tuvieron contacto personal con el mismo. Pero en lo que respecta al comunicador el mensaje siempre está dirigido “a quien pueda interesar”.
Naturaleza de la experiencia de comunicación
La comunicación de masas se caracteriza por ser pública, veloz y transitoria. Esto se debe a que el mensaje esta dirigido al público en general, a grandes auditorios en un tiempo relativamente pequeño y por lo general su empleo se realiza para alguna causa inmediata.
El rasgo más importante de la experiencia de la comunicación es quizá el poco tiempo que requiere el mensaje para impactar socialmente. Este mecanismo es lo que provoca la sujeción inmediata a la censura, la reacción de la opinión pública etc.
Naturaleza del comunicador
La comunicación de masas además está organizada. A diferencia de un artista individual o de un escritor, el comunicador de masas utiliza innumerables sistemas complejos en la organización y estructuración de la comunicación, para poder elaborar el mensaje que desea enviar. A su vez, y como ya se ha mencionado, es fundamental el empleo de alta tecnología para la transmisión de este mensaje. Todo este proceso resulta muy costoso para el emisor, de ahí que muchas veces cobran importancia otros elementos (ver Supervisión del ambiente).
Objetivos de la comunicación de masas
Según Robert K. Merton (1957), toda actividad humana se realiza en pos de alcanzar determinados propósitos u objetivos. La prosecución de dichos objetivos acarrea determinadas consecuencias. Estas consecuencias pueden ser positivas: funciones; o negativas: disfunciones. Asimismo, en ambos casos pueden resultar previstas o imprevistas, o presentarse en forma manifiesta o latente.
Basándose en la teoría de Merton, Harold Lasswell (1948) y luego, Charles Wright(1963), plantean que en la Comunicación de Masas, los cuatro objetivos más importantes de comunicador son:
a. La supervisión del ambiente o manipulación de la información.
b. La concordancia de las partes de la sociedad en respuesta a ese ambiente o preparación de la respuesta.
c. La transmisión de la herencia social y cultural.
d. El entretenimiento.
La supervisión del ambiente o manipulación de la información
Se refiere a la recolección y distribución de la información de los sucesos noticiosos.
La supervisión la realizan los medios y agencias de noticias, a través de cronistas, periodistas especializados, corresponsalías, enviados especiales, informantes espontáneos, etc.
Del total de la información obtenida, se publica la más relevante, en función del criterio del secretario de redacción o gerente de noticias, atendiendo la política editorial del medio, los temas de interés del público al que se apunta y los intereses de aquellos que invierten en el medio, es decir, los anunciantes.
Este recorte de la información es concebido como una manipulación de noticias, pues lo que se publica o informa es sólo una parte de lo supervisado y con un tratamiento particular de la información.
Esta actividad posee aspectos funcionales, como disfuncionales, tanto para la sociedad como para el individuo.
Funciones:
a. Flujo de datos sobre los sucesos que acaecen en la sociedad y el mundo.
b. Sobreaviso acerca de amenazas y peligros inminentes que se ciernen sobre el público.
c. Otorga prestigio a aquellos individuos que realizan el esfuerzo de mantenerse informados acerca de las cosas que suceden.
d. Confiere estatus, es decir que la publicación de noticias favorables sobre un miembro de la sociedad aumenta su prestigio.
e. Refuerza normas sociales –moralización-, esta función está dada por el refuerzo del control social sobre los miembros individuales de una sociedad al sacar a la luz conductas desviadas.
Disfunciones:
a. Avisos malinterpretados acerca de peligros acerca de situaciones críticos pueden sembrar pánico en el público.
b. Una sobre exposición a las noticias, puede dar como resultado un volverse sobre sí mismo –privatización- producto del agobio que producen los temas tratados.
c. Las noticias comunicadas masivamente pueden causar apatía –narcotización- en función de una equivocada sensación de dominio sobre el ambiente. No siempre un ciudadano informado es un ciudadano activo.
La concordancia de las partes de la sociedad o preparación de la respuesta
Se refiere a la prescripción de la forma de actuar o reaccionar frente a los sucesos supervisados y publicados. Dicha actividad es conocida como «editorial». Toda acción periodística que trasciende la mera crónica de los hechos y transita la interpretación de la noticia, es potencialmente «formadora de opinión».
Función:
a. La selección, evaluación e interpretación de las noticias, representa una economía de tiempo y esfuerzo para el público.
Disfunción:
a. Dichas actividades pueden actuar como un freno al cambio social y llevar al conformismo, toda vez que adoptamos como nuestra la opinión elaborada por otros, debilitando nuestra propia capacidad crítica.
La transmisión de la herencia social y cultural
Refiere a la comunicación de información, valores, normas sociales y culturales, a través de los medios. Habitualmente se la considera como una actividad educacional.
Función:
a. Programaciones que tienden a la socialización, esto es la transmisión de la cultura a niños y adultos, a través de la comunicación de masas.
Disfunción :
a. La transmisión de una visión estandarizada de la cultura puede provocar una pérdida de la variedad y creatividad subcultural.
El entretenimiento
Refiere a los actos de comunicación básicamente estudiados como diversiones, prescindiendo de todo efecto instrumental que pudiere tener. Según Wright y Lasswell, los entretenimientos masivos resultan disfuncionales, en tanto no desarrollan el gusto del público, comparados con otras formas de entretenimientos menos amplios como el teatro, la literatura o la ópera. Sostienen, además, que al transmitir masivamente materiales artísticos, se produce una pérdida de sus cualidades.
Bibliografía
Fang, Irving E. 1972. Noticias por Televisión. Buenos Aires : Marymar.
Lasswell, Harold D. 1948. «The Structure and Function of Communication in Society».The Communication of Ideas. Nueva York : Harper and Brothers.
Merton, Robert K. 1957. Social Theory and Social Structure. Glencoe : The Free Press. Strenz, Herbert. 1983. Periodistas y Fuentes Informativas. Buenos Aires : Marymar; Argentina 2009.
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