Educado, cortés, sofisticado e inteligente… así es James Bond, uno de los espías más famosos de las historias de ficción. Conocido por sus impecables atuendos de marcas de lujo como Turnbull & Asser y Crockett & Jones, su veloz convertible Aston Martin, los gadgets de lujo, así como por las mujeres hermosas que lo acompañan, el agente 007 está considerado un ícono del siglo XX.
Más allá de hablar de sus filmes –porque desde luego no soy experto en el séptimo arte–, quiero aprovechar este Día Mundial de James Bond, que este año coincide con el 60 aniversario de su primera aparición, para mostrar algunas lecciones de este personaje que, desde mi perspectiva, nos puede enseñar para aprovechar las ventajas de una estrategia de relaciones públicas. ¿Estás listo? Te invito a dar un vistazo.
1. Las historias de marca necesitan ser contada de forma atractiva
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ToggleJames Bond es un personaje entrenado por fuerzas especiales e inteligentes, y encargado de frustrar los planes de los gánsteres internacionales a quienes pone en manos de la justicia, no sin antes disfrutar del lujo y vivir un romance con una mujer hermosa. Puesta así, quizá no suene la mejor historia, pero en las manos de un buen guionista, director, productor, actores, músicos, etcétera; se puede convertir en una fascinante historia.
Lo mismo sucede con la historia de la marca que, en las manos de grandes contadores de historias, como los profesionales de relaciones públicas, es capaz de estimular emociones e ideas, y conseguir una mejor conexión con la audiencia objetivo. Todas las marcas tienen una historia que contar, y por ordinaria que parezca, es capaz de atraer la atención; solo basta colocarla en las manos correctas.
2. Aprovecha la tecnología y arma un kit de relaciones públicas
Sin duda, gran parte de la magia y el atractivo de los filmes de James Bond reside en las sofisticadas tecnologías que utiliza para cumplir su misión, como las gafas de rayos X utilizadas en El mundo no basta o el Aston invisible de Otro día para morir. Sin éstas, definitivamente, las historias serían muy diferentes. Si bien los artefactos son futuristas y casi inimaginables, lo cierto es que nos recuerdan el valor que tienen la tecnología y la digitalización en una estrategia de relaciones públicas, desde la ideación hasta la medición.
Un buen profesional de RP actualiza continuamente su caja de herramientas, aprende a utilizarlas y las aprovecha para el éxito de su estrategia. Hoy en día, existe una infinidad de aplicaciones digitales para las diversas necesidades de relaciones públicas que, sin bien no hacen todo el trabajo, son de enorme ayuda para conocer mejor a la audiencia, saber lo que se dice de nuestra marca, impulsar engagement, obtener datos de forma ágil y eficiente, y tomar decisiones informadas.
3. La importancia de tener un plan B
Las tácticas del 007, para cumplir las misiones asignadas, no siempre resultan como lo planeado; de hecho, la mayoría tienen cambios de último momento para adaptarse a nuevas e inesperadas circunstancias. Me atrevería de decir que esta espontaneidad es un elemento indispensable en las historias de Bond, que las hace aún más emocionantes.
¿Qué hay de esto en relaciones públicas? Las RP, como toda la comunicación, tienen un lado impredecible, especialmente si consideramos cómo están cambiando los hábitos de las audiencias y los formatos de contenido en los medios de comunicación. Y aunque somos conscientes de que siempre es importante planear una estrategia antes de llevarla a cabo, también sabemos que tendremos que hacer ajustes en el camino para alcanzar nuestro objetivo. Tener un plan B, como lo hace James, es fundamental para enfrentar cualquier contingencia e, incluso, aprovecharla a nuestro favor.
4. Mensajes clave claros, continuos y contundentes
¿Quién no ha escuchado la célebre frase de “My name is Bond, James Bond”?, una sencilla y clara expresión de seis palabras que se ha convertido en la presentación “oficial” del personaje en las primeras escenas de todos sus filmes. Hoy, es imposible escuchar esta frase sin asociar de inmediato la imagen del espía británico con todos sus valores y su misión.
Esta frase de la “marca” Bond es un buen ejemplo de cómo utilizar los mensajes clave de la marca en las tácticas de RP, así como el impacto que podemos lograr. Los mensajes clave representan la columna vertebral de las comunicaciones, son la suma de quién es tu marca y reflejan sus valores y objetivos. Al ser claros, continuos y contundentes, logramos imprimirlos en la mente y el corazón, fortaleciendo así la comunicación de la marca con la audiencia objetivo.
5. Mantener la calma es clave para el éxito de la misión
Es claro que el trabajo de un agente como Bond implica un constante peligro, con más de un enemigo detrás tratando de sacarlo del juego. A pesar de esto, siempre permanece tranquilo y nunca toma decisiones equivocadas que pongan en riesgo el éxito de su misión. Sin importar las frecuentes peleas con sus adversarios o las situaciones difíciles, como la escena donde es atado a una mesa con un rayo láser apuntando entre sus piernas, en Goldfinger; Bond mantiene su temple y una imagen casi impecable.
En relaciones públicas, con frecuencia nos enfrentamos a situaciones fuera de nuestro control, como los comentarios negativos hacia la marca en redes sociales que pueden dañar la buena reputación. Mantener la calma es crítico para no reaccionar erróneamente y dar los pasos necesarios para enfrentar la situación bajo un plan previamente diseñado.
Con poco más de medio siglo de espionaje, el agente 007 tiene varias lecciones que enseñarnos para mejorar una estrategia de relaciones públicas. Al igual que él, tenemos frente a nosotros constantes desafíos que debemos enfrentar para cumplir nuestra misión.
Sin embargo, bien dice una frase célebre del actor Sean Connery, quien interpretó al legendario personaje en siete películas: “No hay nada como un reto para sacar lo mejor del hombre”.
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