En la literatura de investigación, hay un consenso general de que ser un líder de pensamiento, hace una diferencia muy significativa y positiva; ya sea como un individuo o empleado en una organización y deseas hacer crecer el negocio, o incluso una asociación que busca nuevos miembros, así como patrocinadores más generosos.
Cuando piensas en el término líder de pensamiento, ¿qué te viene a la mente? Con toda la dispersión de definiciones alrededor de la frase, como punto de partida, vale la pena definir qué es un líder de pensamiento y, mucho más importante, lo que no es un líder de pensamiento.
Hemos encontrado que algunas personas toman una visión muy amplia del término, envolviendo la estrategia interna y la cultura corporativa en su definición. Otros están más restringidos en su definición. Para no darle tantas vueltas, hay muchas definiciones del término.
La manera en que conceptualizamos y definimos el liderazgo de pensamiento destaca y enfatiza las potenciales recompensas de ser un líder de pensamiento.
Desde nuestra perspectiva, nadie puede ser un líder de pensamiento a menos que esté capitalizando el dramático aumento logrado para el valor de la marca por ser un líder de pensamiento.
Tenemos dos definiciones de lo que constituye ser un líder de pensamiento:
Definición-Primera parte
Un líder de pensamiento es una persona o empresa que los prospectos, los clientes, las fuentes de referencia, los intermediarios e incluso los competidores reconocen como una de las principales autoridades en áreas seleccionadas de su especialización, resultando ser el individuo o la organización al cual recurrir en la búsqueda de dicha experiencia.
Teniendo en cuenta el título de este texto, lo que estamos hablando en la primera parte de la definición es “brillantez”. Lo esencial es entender que el brillo no existe en el vacío, y es una pérdida de tiempo total debatir si es auténtica o no. Brillantez es una función de aclamación, creado porque otros otorgan los elogios. Pasamos ahora a la segunda parte de la definición, el componente comercial:
También te puede interesar:
Definición- Segunda Parte
Un líder de pensamiento es una persona o empresa que se beneficia significativamente de ser reconocido como tal.
Las personas están en las empresas para ganar dinero diferenciando a su marca. En general, su objetivo, ya sea a través de productos, servicios o ambos, es hacer un trabajo de primera para sus clientes. Sin embargo, es justo decir que quieren ser bien compensados en la medida de lo posible. Ser un líder de pensamiento es mucho acerca de ganar dinero, que también se evidencia en el título de este artículo.
Vamos a considerar una empresa de contabilidad de impuestos que quiere convertirse en un líder de pensamiento. Aparece una nueva ley que tendrá un efecto dramático sobre cómo abordar la depreciación de ciertos activos corporativos.
Para que la empresa de contabilidad de impuestos aparezca como un líder de pensamiento, los socios fiscales tienen que hacer mucho más que simplemente regurgitar la nueva ley. Sin embargo, en la mayoría de las situaciones con los profesionales simplemente, repetir lo básico, tiende a ser la norma.
Para convertirse en un líder de pensamiento, la firma de contabilidad de impuestos tiene que hacer un profundo buceo en relación con la nueva ley. Los socios deben determinar cómo la ley afectará a varias compañías. Además, los contadores fiscales deben desarrollar ideas distintivas y estrategias de planificación accionables basadas en la nueva ley.
Debe haber recomendaciones adjuntas al análisis que puedan resultar benéficas para las empresas afectadas. Es de importancia crítica que la firma de contabilidad de impuestos comunique que es el experto al-cual-recurrir con respecto a estas ideas distintivas y estrategias accionables. Como el experto al cual recurrir, la firma de contabilidad habrá estructurado los medios para atraer nuevos clientes de manera más efectiva y hacer más negocios con los clientes actuales con el resultado de ser más redituable. Ser selectivamente reconocido puede ser muy gratificante, pero monetizarlo es inmensamente mejor.
Para cualquier individuo o cualquier organización el ser un líder de pensamiento es especialmente crítico que moneticen su pensamiento vanguardista, aumentando su capacidad de suministrarse, trabajar y beneficiarse de sus mercados objetivo.
En efecto, ser un líder de pensamiento incluye absolutamente la capacidad de obtener rendimientos radicalmente superiores a la media por la inversión y el esfuerzo. Convertirse en un líder de pensamiento, es una estrategia para el crecimiento de las corporaciones, es hacer dinero y hacer historia.
**Traducción y adaptación del artículo: What Is A Thought Leader? / Profitable Brilliance publicado por Russ Alan Prince y Bruce Roger.