Hagamos un breve ejercicio: Piensa en el producto que más deseas tener. Ahora piensa, ¿es fundamental para cubrir una necesidad básica? Probablemente, tu respuesta fue NO o tal vez el sentimiento de necesidad sea en realidad el deseo de estar a la moda o de ganar cierto status social.
Pero, ¿por qué si ya tenemos un artículo que sigue cumpliendo el fin para el que fue creado, compramos la última versión? Esto se debe a que vivimos en una economía de mercado donde la mercadotecnia ha evolucionado de generar información para cubrir necesidades básicas, a cubrir necesidades de carácter social, de ego o autorrealización, que nos permiten mantener un nivel de vida.
Para entender el consumismo es necesario recordar qué es una sociedad de consumo. Este tipo de sociedades están regidas por la oferta y la demanda de productos y servicios, derivadas de la capacidad económica de producción masiva de los mismos, que corresponde a una etapa avanzada de industrialización de los países.
En un entorno económico globalizado los hábitos de consumo se permean, siendo los países más desarrollados y con mayor poder adquisitivo el ancla que jala al resto de las naciones; esto dado por un deseo aspiracional de ser y tener las cosas que poseen los consumidores en dichos países.
Tendencia del consumo
Con el desarrollo de tiendas web, el consumo se vio potencializado al permitir que los consumidores pudieran adquirir productos y servicios en la comodidad de sus hogares y oficinas a cualquier hora del día y no sólo a través de sitios online del país donde radicaban sino de cualquier otra parte del mundo. Tan sólo en América Latina las compras electrónicas aumentaron 106% entre el 2007 y 2009, alcanzando los $21,800 mdd en el 2009. Se pronostica que para el 2011 el volumen de ventas rebase los $34,500 mdd. México se encuentra entre los países de la región impulsores del comercio electrónico, registrando un crecimiento de 91% en el mismo periodo llegando a los $24,545 mdp.
Es importante resaltar que pese a la crisis que tuvo lugar desde finales de 2008 y durante 2009, no hubo desaceleración del comercio electrónico. Esto reafirma que el consumismo es la tendencia que rige nuestro entorno; los compradores se encuentran en el mercado esperando la llegada de la última versión de la computadora, el celular con una función más avanzada, el nuevo modelo de auto, etc., para adquirirlos independientemente de su confianza en la economía, sólo para cumplir con las ‘necesidades’ del ‘ego’.
Sin embargo, hoy en día la movilidad y el marketing digital es la tendencia que está marcando el consumo a nivel global. Las empresas ya no se conforman con tener tiendas en línea, ahora, varias de ellas, y sobre todo las de servicios, cuentan con aplicaciones que garantizan la disponibilidad de sus productos o servicios en el momento y lugar que sus consumidores los requieran.
El mercado móvil a nivel global está valuado en $119,000 mdd; en México, de las 85 millones de líneas habilitadas, apenas el 12% corresponde a smartphones y en la misma proporción son usuarios de banda ancha. Un mercado de smartphones con una tasa de crecimiento de hasta 30% anual y el aumento de la banda ancha, hacen que el mercado de la movilidad tenga un alto potencial para las empresas en México.
¿Beneficia en algo el consumismo a la economía de los países?
En un nivel macroeconómico, por supuesto que el consumismo beneficia a las economías. Por ejemplo, en una recesión, el consumo ayuda a reactivar la economía al haber flujo de efectivo entre la población, empresas y sector público; además, ayuda a mejorar la oferta de bienes y servicios; genera mejores oportunidades de trabajo, etc., lo que beneficia al final del día la reputación del país en cuestión frente a otras economías.
En este sentido, México es considerado por los grandes capitales de inversión como una economía promisoria en los próximos años; si bien el país no pertenece al BRIC, la fortaleza radica en el potencial de crecimiento económico, el tamaño del mercado y la capacidad adquisitiva del mismo. Incluso se le considera como una posible potencia mundial para el año 2050, junto con otros países que de momento no figuran de manera muy relevante en la economía mundial.
El principal reto al que se enfrentan entonces los consumidores frente a una economía regida por la oferta y la demanda, es hacer un consumo responsable, ya que si bien altos niveles de consumo mejoran la economía del país, caer en un exceso podría colapsar la capacidad de pago de los consumidores y volver al estado de satisfacción sólo de necesidades básicas, lo cual detendría el crecimiento económico.
Basada en: “Estudio del comercio electrónico en México y América Latina 2010”, VISA; Reportaje especial “The Next Eleven”, Martha Lydia Anaya, Alto Nivel; “Sociedades de consumo”, Wikipedia; “México: ¿Sociedad de Consumo?”, Dulce Eloisa Saldaña, The Competitive Intelligence Unit; México, 2011.
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