Existen varias definiciones acerca de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y todas coinciden en hacer referencia a ella como un todo en las empresas, formada por sus acciones comprometidas con lo legal y lo ético, así como con sus efectos sociales, laborales y medioambientales.
Hoy, son cada vez más las empresas mexicanas que valoran a la RSC debido, por una parte, a presiones de la sociedad para que empleen actividades más comprometidas hacia el interior de las mismas y en favor del entorno, pero también a que se le ha reconocido como una forma de obtener ventajas competitivas.
La RSC llegó a México a través de empresas pioneras en la materia como SC Johnson & Son Incorporated, empresa que cuenta con un historial de más de cien años en la materia y la cual en México ha colaborado en la construcción de casas para familias de escasos recursos y ha proporcionado becas para jóvenes que estudian y trabajan. Así como el apoyo a CARITAS México en el auxilio a comunidades en casos de desastres naturales.
En los años posteriores, esta práctica se ha ido extendiendo hasta convertirse en un lenguaje común en el mundo de los negocios mexicanos. Actualmente, alrededor de 900 empresas han recibido el Distintivo Empresa Socialmente Responsable del Centro Mexicano para la Filantropía (ESR/CEMEFI).
Sin embargo, sigue siendo necesario crear mayor conciencia al respecto y las mejores impulsoras son esas mismas compañías que ya están comprometidas con México en el bienestar de la sociedad y el medio ambiente, como lo comenta Jorge Villalobos, Presidente Ejecutivo del CEMEFI.
Otro aspecto a tomar en cuenta para impulsar esta cultura empresarial en el país es el Índice de Competitividad Responsable, que compara la competitividad de un país con la RSC, y en el cual Chile es el país latinoamericano que ocupa el primer lugar por sus mejores indicadores de compromiso en materia ambiental, social y económica, con el puesto 33 de 141, y en el que México se encuentra en el puesto 48 (2018).
A la par del desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa en México, han surgido agrupaciones para reconocer y organizar estas acciones, tales como el Cemefi, AliaRSE y el Comité de la Responsabilidad Social. Esta forma de organización contribuye a impulsar la práctica como una cultura coherente y auténtica en las empresas y a no perseguir únicamente objetivos de posicionamiento de marca, como se le ha llegado a señalar.
Pero lo anterior sucede cuando no se ven acciones transparentes y concretas, obteniendo por ello resultados contraproducentes como la especulación y desconfianza, por eso es necesario de inicio un buen planteamiento de la estrategia contemplando en todo momento una comunicación eficaz hacia el público como sostén de su credibilidad.
Porque si bien es una de las mejores maneras de lograr una buena imagen pública, también es cierto que cuando se logra un buen eco en los trabajadores de determinada compañía o consumidores de un producto y se les convence de que colaboran con sus acciones respectivas en beneficio de algo, la Responsabilidad Social se vuelve una de las formas más solidarias y efectivas de ayudar donde más se necesita.
Con datos de: http://www.spe.com.mx/; México 2020.
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