El valor de este enfoque está en crear universos narrativos complejos, donde cada canal —ya sea un video, un podcast, las redes sociales o un evento en vivo— aporta una pieza única del relato global. Así, la historia cobra vida en diferentes plataformas y ofrece a los usuarios una experiencia inmersiva, coherente y participativa.
Características de la narrativa transmedia
A diferencia del marketing multicanal, donde el mismo mensaje se replica en diferentes medios, la narrativa transmedia diseña cada canal como un capítulo único de una historia mayor. En Instagram mostramos una cara; en un podcast profundizamos el contexto; en un evento en vivo, convertimos a la audiencia en parte de la historia. Cada formato aporta algo distinto y exclusivo al relato, lo que se refleja en características como:
- Expansión del relato: cada canal suma un fragmento único que amplía la historia global.
- Coherencia narrativa: aunque los formatos son distintos, todos mantienen un mismo universo.
- Participación activa: la audiencia se involucra, aporta contenido y se convierte en parte del relato.
- Múltiples puntos de entrada: la historia puede comenzar en cualquier plataforma.
- Experiencia inmersiva: el conjunto de medios genera una vivencia integral y memorable.
Esta fragmentación enriquece el mensaje y cuando se ejecuta bien, genera una experiencia inmersiva que atrapa, involucra y fideliza de forma natural.
¿Sabías que…?
Según un informe de PWC, más del 80% de los consumidores digitales afirma realizar sus compras en al menos tres canales distintos, lo que confirma que el recorrido del cliente ya no es lineal, ni unidimensional.
¿Cómo hacer una narrativa transmedia?
Si quieres llevar tu marca al siguiente nivel, estas son algunas estrategias para implementar una narrativa transmedia efectiva:
- No se trata de estar en todos lados. El objetivo es darle sentido a cada canal con una estrategia que guíe al usuario —explorador activo— a través de una historia coherente y expansiva.
- Diseña un universo narrativo, no solo una campaña. Define el mundo en el que vive tu historia, sus reglas, sus voces, sus conflictos.
- Define el papel de cada canal. ¿Qué cuenta cada uno? ¿Cómo se conecta con los demás?
- Apuesta por la participación. Haz que la audiencia contribuya, se involucre y forme parte del relato.
- No temas al desorden aparente. Las buenas historias no siempre tienen un inicio claro: tienen múltiples puntos de entrada.
- Mide la expansión, no solo la conversión. Si tu historia está generando contenido creado por usuarios, comentarios cruzados y exploraciones en más de un canal, estás en el camino correcto.
De Star Wars a LEGO: ejemplos de narrativa transmedia en marcas exitosas
Diferentes marcas han entendido que el mensaje no se limita a un solo soporte, lo que las ha llevado a crear universos donde el storytelling es una constante, pero los formatos se transforman y se adaptan. Son relatos vivos y expansivos, que el usuario puede explorar libremente, eligiendo cuándo y por dónde entrar. Estos son algunos ejemplos:
Coca-Cola – Happiness Factory
La marca creó un universo narrativo que inició con comerciales, pero se expandió a cortometrajes animados, videojuegos y redes sociales. Cada canal aportaba una parte diferente de la historia, mostrando un mundo mágico detrás de una máquina expendedora.
LEGO – del juguete al ecosistema multimedia
El relato de LEGO se extiende más allá de los bloques físicos hacia películas, series animadas, apps y videojuegos. En cada plataforma, los personajes y las aventuras añaden piezas únicas que enriquecen el universo de la marca.
Star Wars – un universo transmedia que trasciende generaciones
La saga no solo vive en el cine, sino también en cómics, novelas, series de TV, videojuegos y experiencias inmersivas. Cada medio aporta nuevas perspectivas y capítulos, permitiendo a los fans explorar distintas facetas del relato.
Marvel – el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU)
La narrativa se despliega en películas conectadas entre sí, pero se amplía con series, cómics y plataformas digitales. Cada formato añade historias secundarias que, al unirse, construyen un gran universo coherente y expansivo.
En todos estos casos la clave está en orquestar una historia viva, expansiva y coherente. Cuando un usuario percibe que puede explorar libremente ese universo, que cada formato aporta una experiencia nueva y que su participación también suma al relato, se queda.
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Las narrativas transmedia: más allá del arte
Narrar es un arte, pero también una estrategia. En la era de las pantallas múltiples, de los tiempos fragmentados y la atención dividida, contar historias sigue siendo una herramienta poderosa, pero su alcance se amplifica cuando la historia se expande más allá de un solo formato.
La narrativa transmedia no reemplaza lo que ya funciona; lo complementa, lo potencia y lo adapta al comportamiento de un consumidor que salta de una plataforma a otra con naturalidad. Es una mentalidad que entiende al cliente como parte del relato, no como blanco de impacto. Y eso es el presente y el futuro del marketing con alma.
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