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Lecciones de Liderazgo: Del cuartel de guerra a la sala de juntas

Hasta hace algún tiempo, mi visión acerca de las Fuerzas Armadas era muy simplista y estereotipada. Quizá, al igual que muchos de ustedes, concebía al “mundo de la milicia” como sólo un lugar de vasta instrucción, severa disciplina y duro entrenamiento físico; los referentes básicos y la imagen que llega a nosotros a través de los medios masivos de comunicación. Creo que jamás me había pasado por la mente, el gran aprendizaje que podemos obtener de esta organización y, sobre todo, de las experiencias de quienes forman parte de ella.

Seguro te preguntarás, ¿por qué señalo esto? Pues bien, primero quiero decir que me considero un hombre afortunado por saber que en la vida aún tengo muchas cosas por ver, escuchar, aprender y mejorar; y cuando esos procesos ocurren de manera inusitada en la cotidianidad de la vida, confirmo cada vez que no hay casualidades, hay causalidades.

¿Qué me sucedió? Durante un viaje hacia el vecino del norte, a donde asistí para dar una conferencia sobre entrepeneurship a estudiantes universitarios de una de mis Alma Mater en Sherman Texas; compartí las poco más de dos horas de viaje, junto a un comandante de la Fuerza Naval, el almirante Ernesto, un hombre muy cordial con quien tuve la oportunidad de platicar acerca de su trabajo en la Marina.

Sin duda, creo que su experiencia como jefe militar atrajo mi atención debido a las coincidencias existentes entre un hombre como él, quien a diario debe asumir un liderazgo que haga posible una buena planeación y conduzca al éxito las operaciones militares; y un hombre de negocios, quien requiere ejercer un liderazgo efectivo en su corporación para alcanzar las metas de negocio.

Mi amena charla con el almirante Ernesto amplió mi visión respecto del “mundo de la milicia” y de quienes forman parte de ésta, y entiendo pueden existir algunas opiniones al contrario pero, desde ese encuentro, la considero una organización moderna, dinámica y altamente capacitada; con algunos elementos dignos de considerar para la cultura de trabajo de cualquier empresa o compañía.

Así es, muchos líderes de negocios estamos en la búsqueda constante de tácticas y herramientas que nos ayuden a establecer una cultura corporativa que incremente la eficacia y la excelencia profesional de nuestros equipos de trabajo; sobre todo cuando el entorno de negocios es cada vez más competitivo y necesitamos ir generando cambios para adaptarnos a los nuevos requerimientos.

El que verdaderamente triunfa y perdura es quien aprende a construir un frente de batalla con las armas y tácticas de un liderazgo efectivo.

Mi plática con el almirante me hizo considerar que los hombres de negocio podemos aprender muchas lecciones del liderazgo militar y trasladarlas al entorno de negocios con el fin de llevar a cabo una mejor gestión empresarial. Obviamente, es claro que el liderazgo militar y corporativo son distintos, así como las metas a lograr; sin embargo, hay tácticas que se pueden retomar y aplicar en casi cualquier compañía. Aquí te comparto algunas:

Haz del trabajo en equipo tu mayor prioridad

Un buen líder necesita saber que una misión o meta no se puede ejecutar si su equipo no funciona como tal. El almirante Ernesto señalaba que su ejercicio del mando sólo era posible mediante la participación personal de cada subalterno para operar en la unidad. Así, era posible conducir a los elementos subordinados para que ejecutaran el plan táctico, conforme a lo planificado y actuando en forma coordinada.

En cualquier organización, un líder debe hacer énfasis continuo en el trabajo en equipo, coordinando el trabajo, impulsando a sus integrantes y generando mayor confianza. Las metas de negocio no se pueden alcanzar de manera individual, es necesario involucrar a nuestros colaboradores y apasionarlos por la compañía.

Conviértete en un líder ético

Para mi estimado almirante, la milicia se sustenta sobre principios éticos inequívocos, como el honor, y quienes la hacen parte de su estilo de vida aceptan las estrictas exigencias a sus mandatos. Valores morales como el honor hacen que los hombres no hallen en su conciencia reproche alguno acerca de su proceder.

Aquellos líderes empresariales con ética, que guían con el ejemplo, son capaces de lograr la confianza e inspirar a sus equipos a actúan correctamente y alcanzar resultados de negocio extraordinarios. ¡Qué mejor arma para dar la batalla que inspirar a otros con nuestras propias acciones”.

No importa lo que pase, mantén siempre la calma

Ernesto, el almirante, comentaba que en la Fuerza Naval son entrenados para sentirse más competentes tomando decisiones y asumiendo riesgos cuando la información con la que cuentan es incompleta. ¿Te suena familiar? Seguro que sí, porque es algo a lo que todos los días nos enfrentamos quienes estamos al frente de cualquier organización: Muchas veces con Información y datos inciertos y fragmentados; y aún con ello, debemos mantener la calma para analizar rápidamente los factores y tendencias que impactan a los posibles cursos de acción, y después decidir lo que debe hacerse. Tú lo sabes, cualquier retraso en esta toma de decisiones representa un gran riesgo como la pérdida de clientes, daño a la reputación de la empresa, entre otros.

“Embosca” a la competencia

En una emboscada, dice Ernesto, siempre tienes que eliminar al operador de radio y al líder de la unidad (un militar que regularmente se encuentra junto al controlador del radio), porque sin liderazgo ni una buena comunicación, es muy probable que el enemigo entre en caos y sea dispersado fácilmente.

Bien sabemos que el liderazgo, ejercido de manera eficaz, es crucial para conducir a la organización por el camino correcto para llegar a la meta, y sin él, la organización caerá en el caos y estará condenada al fracaso. Y qué decir de la comunicación, tan elemental para generar en tus colaboradores el compromiso hacia su trabajo y la compañía. ¡No permitas que la competencia te gane terreno!

Adáptate rápidamente al cambio

La supervivencia de las empresas es un tema que nos preocupa a todos los CEOs. Mi interlocutor en mi viaje expresaba que la supervivencia no tiene que ver con ser el más fuerte o el más rápido, sino con la facilidad para adaptarse al cambio. ¿Te suena familiar el término? Sin duda que los militares son los “maestros de la adaptación”, pues son capaces de operar en todo tipo de climas y en todo clase de condiciones ambientales.

Al igual que ellos, los líderes de negocio deben adaptarse rápidamente a las siempre cambiantes condiciones de mercado, pero además, necesitan entrenar a sus colaboradores para hacer lo mismo y no perder las oportunidades de negocio.

Mi charla con Ernesto me recordó que el mundo de los negocios es también un campo de batalla donde, en oposición a la vieja idea de que sólo tiene éxito el más grande, fuerte y astuto; el que verdaderamente triunfa y perdura es quien aprende a construir un frente de batalla con las armas y tácticas de un liderazgo efectivo. Una frase célebre del estratega militar y filósofo Sun Tzu, dice: “El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar”.

Las empresas, a final de cuentas, son también una especie de batallones en los que las funciones de cada quien deben desempeñarse correctamente para obtener la victoria, continúa tu lectura y descubre 5 sencillos pasos para convertirte en el líder que tu empresa necesita y estés preparado para la próxima batalla.

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