A lo largo de la existencia humana, la comunicación ha sido necesaria e indispensable, y la misma se ha desarrollado a la par del ser humano. Su estudio se ha visto ante la problemática de la extensión, por lo que han surgido una gama de versiones diversas sobre lo que es la comunicación y su área de trabajo.
Por lo anterior, surgen diversas definiciones de acuerdo a las necesidades de cada tiempo, que tienen una base ideológica. En este caso la ideología es el funcionalismo.
La teoría funcionalista se enfoca en el estudio de los efectos de los medios masivos de comunicación, tomando como base a sus principales autores y destacando de sus teorías los elementos que ayuden a comprender los medios masivos con relación a la sociedad tanto desde su punto de vista individual como global.
Lo que caracteriza al funcionalismo es que para encontrar constantes en todas las sociedades y elaborar un conjunto de leyes generales que le den una teoría científica o un conjunto interrelacionado de leyes, elabora una serie de problemas funcionales comunes a toda sociedad con el supuesto que bajo la apariencia de una gran diversidad de conductas se ocultan los mismos problemas humanos.
Ahora bien, el sistema social no puede ser analizado desde un punto de vista estático, sino que también debe encontrarse su función, para su estudio dinámico. Llegando así a un análisis estructural-funcional.
Con esto, el funcionalismo queda como la corriente que nos servirá como base para el estudio de los medios masivos y su relación con la sociedad. Para poder comprender sus efectos, pero también ayudará en el estudio de los medios como institución de una manera detallada para comprender el porqué de dichos efectos con base en sus estructuras. Así, es necesario rescatar las características de los medios masivos:
- Las masas requieren organizaciones formales complejas.
- Los medios masivos se dirigen a públicos muy amplios.
- Las comunicaciones masivas son públicas; es decir, su contenido está abierto a todos.
- Público heterogéneo.
- La relación Emisor – Público es impersonal.
Ahora bien, conociendo la importancia social que tienen los medios es necesario conocer su productividad aprovechando que llegan a un mayor número de personas y para esto se le asignan tres grandes funciones:
- Educar
- Informar
- Entretener.
La efectividad de los medios masivos es una expresión que alude a la eficacia de los medios para alcanzar un objetivo dado y se puede aplicar al pasado, al presente o al futuro, pero siempre indica intencionalidad, con lo que se puede hablar de efectos, y al hablar de éstos nos referimos a lo que ya ha sucedido como consecuencia directa de la comunicación de masas, fuese o no pretendido.
Con esto aseguramos que los efectos de los medios de comunicación siempre conllevan al intento de establecer una relación entre el contenido del mensaje y los datos que son ajenos a los medios, y tenemos que el contenido de eso se presenta en formas que parecen tener mucha mayor constancia en el tiempo que otros fenómenos culturales.
Medios Masivos en el proceso socializador.
La socialización es el proceso de aprendizaje por el cual el individuo adopta actitudes y forma su personalidad mediante el contacto con los demás y de acuerdo a una sociedad determinada. Por ejemplo, la familia es el pilar del proceso socializador, porque es aquí donde surge la primera enseñanza de la vida social para poder llevar una vida en armonía con la sociedad. Como podría ser enseñar a saludar, a respetar a los mayores, entre otros pequeños eslabones que forman la vida social.
Por otro lado, sabemos que la sociedad está en un continuo remodelamiento en su tipo social y donde a lo largo de la existencia de un individuo en determinado ambiente social se encuentra con elementos reforzadores, como lo son los medios masivos de comunicación. Éstos son lo que mayor importancia debido a su capacidad de abarcar a un mayor número de personas en menor tiempo, logrando con eso permitir a la sociedad facilitar el reforzamiento de normas sociales que lo requieran.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que la característica funcionalista de los medios de comunicación se resume en dos grandes funciones sociales y una disfunción:
1.- Función de conferir prestigio: La posición social de personas, acciones o grupos se ve prestigiada y enaltecida cuando consigue atraer la atención favorable de los medios.
2.- Función de reforzar las normas sociales: Al dar publicidad a las conductas desviadas se acorta la distancia entre la moralidad pública y las actitudes privadas, ejerciendo presión para que se establezca una moral única.
3.- Disfunción narcotizante: Los medios disminuyen el tiempo dedicado a la acción organizada; el hombre «informado» tiende a considerarse participante, cuando en realidad no desarrolla acción alguna: conoce los problemas, pero no actúa para resolverlos.
Los medios masivos ocupan ahora el primer lugar en transmitir información, así el hombre es más dependiente de los efectos de comunicación social en la satisfacción de sus necesidades informativas, pero con esto no queremos decir que hayan desaparecido las formas directas y personales, y menos la influencia de éstas en el proceso formativo de la opinión. Los medios masivos cumplen funciones de estímulo – refuerzo de deformación e influencia según los casos y las intensidades manipuladoras, al mismo tiempo que son vehículos de control social.
Fuente: «La sociología, Aventura Dialéctica» Editorial Trillas; México 2009.