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Felicidad, estrategia clave para tu organización

Descubre una guía práctica para generar felicidad organizacional y cómo capacitarla en beneficio de tu negocio.

¿Habrías imaginado alguna vez promover la felicidad de tus colaboradores para procurar su bienestar, y potencializarla con el fin de mejorar el desempeño de tu organización? La idea te podría sonar extraña y hasta un poco loca, pero es algo real, respaldado por investigaciones científicas que demuestran su efectividad. Por ejemplo, ¿sabías que según el estudio “Felicidad y Productividad”, del Departamento de Economía de la Universidad de Warwich en el Reino Unido, la felicidad incrementa alrededor de 12 por ciento la productividad de las empresas?

Los estudiosos del tema aseguran que las empresas con colaboradores más felices son más productivas, innovadoras y competitivas; por lo que bien podemos decir que la felicidad organizacional también es un asunto “redituable”. Sin embargo, ¿cómo implementar en una organización un modelo de negocio basado en la felicidad? Parece desafiante, ¿no?

Primero que cualquier cosa, necesitas saber que la felicidad organizacional no es lo mismo que la felicidad en el trabajo, y muchos colaboradores suelen no diferenciarlas. La primera se refiere a la capacidad de una organización para generar las condiciones de trabajo que permitan el desarrollo de las fortalezas personales y grupales con el fin de alcanzar las metas de negocio. El segundo concepto, por su parte, es la percepción personal –y subjetiva- de cada colaborador acerca de su bienestar en el trabajo.

Ahora bien, ¿cómo generar la felicidad organizacional y capitalizarla en favor de los objetivos de negocio? Una buena guía es la que propone la Universidad de Harvard, que ofrece seis puntos a considerar para concebir una organización “feliz”.

1.- Recuerda que tú y tus colaboradores también son seres humanos. En el ámbito laboral, pocas veces nos permitimos expresar nuestras emociones. A veces nos sentimos molestos, estresados, decepcionados o inseguros; o bien, alegres o apasionados. Sin embargo, pocas personas nos atrevemos a manifestar lo que sentimos, quizá porque creemos que al hacerlo mostramos un lado débil que cuestiona nuestra posición de líder, experto o profesional. Pero por el contrario, al aceptarlas como parte de nuestra naturaleza humana, seremos capaces de dominarlas y utilizarlas a nuestro favor para lograr un mejor desempeño laboral.

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2.- Encuentra placer y significado a tus actividades en la compañía. Tanto a nivel personal como laboral, debes buscar involucrarte en actividades que sean significativas y agradables para ti. Cuando esto no es posible, porque todos sabemos que no existen trabajos y puestos perfectos, y en muchas ocasiones debemos realizar tareas que nos pueden parecer aburridas; necesitas buscar “potenciadores extras” que te permitan disfrutar tu trabajo y percibirlo como significativo, sean cual sean tus responsabilidades.

3.- Mantén una actitud positiva hacia tu trabajo. Salvo circunstancias extremas, tu nivel de bienestar y felicidad depende mucho de lo que sea tu foco de atención y de la interpretación que hagas de los acontecimientos externos. En todas las organizaciones se viven momentos de estrés, tensión y crisis, pero eso no significa que “todo se acabó”. Por ejemplo, el fracaso en un proyecto para generar mayores ventas puede ser visto como un hecho catastrófico, o bien, como una oportunidad para innovar en la manera de captar nuevos clientes. Con una actitud positiva, tú puedes hacer la diferencia y contagiar a tu equipo de trabajo.

4.- Simplifica tus responsabilidades. Generalmente, cualquiera que sea tu posición laboral, estás muy ocupado tratando de liberar el mayor número de actividades en el menor tiempo posible; sin embargo, a veces la cantidad influye en la calidad, y comprometes tu bienestar laboral al tratar de demostrar que puedes hacer mucho en poco tiempo y con excelente calidad. Y no siempre todo esto es posible.

5.- La salud física impacta en tu desempeño laboral. Lo que haces a tu cuerpo influye en tu mente, así que ten cuidado con los excesos que pueden impactar en un menor rendimiento laboral. Sin duda que realizar ejercicio de forma regular, dormir adecuadamente y llevar una alimentación saludable son sugerencias básicas para todo buen ejecutivo.

6.- Agradece cada vez que sea posible, en especial a tus colaboradores. Agradecer todo lo que tienes y lo que te sucede, incluso las adversidades y fracasos, es también una forma de alcanzar un buen nivel de bienestar y felicidad. También agradece a quienes te rodean, en especial a tus colaboradores; que ellos a su vez agradecerán que tú tengas un gesto de este tipo con ellos, pues muestra que te interesan y te importa su contribución.

La felicidad tiene el poder de incrementar cada resultado positivo de negocios, desde más innovación y más ventas, hasta menos agotamiento y menos rotación de personal. Convertirse en una “empresa feliz” no es sólo una tarea del líder, pues requiere de un trabajo conjunto entre tu organización y cada uno de tus colaboradores. Una frase célebre de Mahatma Gandhi dice: “La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”.

Sólo mediante un trabajo personal y de equipo es posible beneficiarse y hacer de la felicidad un activo de alta rentabilidad para el éxito de tu organización.

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