Impulsar la conexión emocional entre empleados, incluso virtualmente, es un importante esfuerzo para cualquier empresa, ya que aumenta el compromiso laboral.
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ToggleTodas las organizaciones quieren atraer, contratar y mantener colaboradores talentosos porque, en un mercado cada vez más competitivo, la fuerza laboral se ha vuelto un componente crítico para conseguir una ventaja diferenciadora. Pero ¿cómo aumentar el compromiso de los empleados con la empresa? Para lograrlo en las condiciones actuales, las organizaciones necesitan realizar un esfuerzo importante para conectar la cultura corporativa con el capital humano.
Si bien los esfuerzos para sembrar la semilla del compromiso y motivar a nuestros equipos de trabajo pudiesen haber sido significativos, parece ser que aún no logramos generar un verdadero sentido de pertenencia. Y es que solo el 23 por ciento de los colaboradores en empresas de Latinoamérica, se sienten comprometidos en el trabajo, de acuerdo con el informe Estado del lugar de trabajo global: 2022 de Gallup.
El tema cobra relevancia si consideramos que, para conseguir un desempeño del más alto nivel, que impacte en el éxito de la organización, es necesario desarrollar colaboradores comprometidos y apasionados de su trabajo, y eso solo es posible si logramos que amen el lugar donde laboran, lo vean como su segunda casa, disfruten lo que hacen y consideren a sus equipos como una segunda familia. En pocas palabras, tener una conexión emocional que les dé sentido de pertenencia, estabilidad y felicidad.
El desafío de lograr el compromiso de los colaboradores
Conseguir el compromiso laboral siempre ha sido un desafío, pero ahora se maximiza cuando consideramos los nuevos esquemas laborales como el trabajo remoto e híbrido, que están llevando a las organizaciones y a los directores de recursos humanos a adoptar acciones para impulsar experiencias del colaborador con el fin de alentarlos e involucrarlos activamente con la empresa y su propósito.
Hoy las organizaciones necesitan ser conscientes de que el presente y futuro del trabajo parece dirigirse hacia un escenario híbrido, virtual y flexible, que permita un equilibrio entre la vida laboral y personal. Y por otro lado, es importante considerar que algunas generaciones de colaboradores, no están dispuestos a comprometerse con las empresas cuyos valores, culturas empresariales y beneficios proporcionados no cumplen con sus expectativas.
La necesidad de forjar una conexión emocional en el trabajo
Los seres humanos somos sociales por naturaleza, con una necesidad fundamental de conexión emocional. Sin embargo, en el lugar de trabajo, donde la mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestra vida diaria, a menudo se espera que dejemos de lado esta necesidad, siempre que no se alinee directamente con el trabajo en cuestión.
Aunque es común esta expectativa, también resulta contraproducente, especialmente en estos tiempos, cuando aún estamos saliendo de un largo periodo de aislamiento y necesitamos combatir el desgaste causado por las reuniones virtuales y la fatiga de las videollamadas. De manera que darle un lugar a las necesidades sociales y emocionales de los colaboradores es clave para mejorar la eficiencia, la creatividad y la productividad.
Por eso es importante el tema de la conexión emocional en el lugar de trabajo, entendida como una sensación motivadora de satisfacción y alineación intelectual que solo puede provenir de sentirse apreciado y parte de un propósito compartido y digno. Y es que, cuando los colaboradores de una empresa se sienten apoyados por sus líderes y son capaces de conectar entre sí de una manera más profunda, cambia su percepción del lugar de trabajo, creando pensamientos y actitudes positivas, guiados por una sensación de “estar en una buena organización”, donde se sienten apreciados e importantes.
Y todos los sabemos… cuando estás en un lugar que estimas y donde te sientes importante para los demás, no solo eliges hacer lo que te piden, sino agregar valor y dar más de ti. Como dicen por allí, “ponerse la camiseta” y “dar tu ciento por ciento”.
Para construir esta conexión emocional de la que hablo, las empresas necesitan enfocarse en factores como el respeto y la confianza mutua, el empoderamiento de los colaboradores para enfocarse en tareas críticas, la adopción de valores comunes entre líderes y sus colaboradores, el fomento de la innovación y el aprendizaje, la co-creación de resultados y el reconocimiento de los éxitos.
Todo esto puede sonar tan común para las organizaciones, pero si se deja de hacer en los nuevos esquemas de trabajo, se pudiese reflejar en una desconexión emocional que lleve a la falta de compromiso con la empresa y sus valores.
¿Conoces alguna empresa que no necesita colaboradores comprometidos? Yo estoy seguro que cualquiera los necesita. Porque un colaborador comprometido no solo es más feliz, saludable y satisfecho; también realiza su trabajo con calidad y organización. El compromiso de los empleados tiene un efecto dominó en las organizaciones, con el potencial de mejorar drásticamente la retención y la productividad, así como la satisfacción del cliente y la rentabilidad de la empresa.
Es por eso que crear espacios y ambientes para construir una conexión emocional es una de las mejores inversiones que puede hacer una empresa, especialmente en los actuales entornos de trabajo. Como dice una frase de Richard Branson: “Si cuidas a tus empleados, ellos cuidarán de tu negocio”.
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