La comunicación en la actualidad, debe ser vista bajo un enfoque complejo e integral, debido a que contempla la evolución en los consumidores, sus preferencias y en general, las nuevas formas de hacer y pensar sobre diversas temáticas y situaciones con las que la humanidad se relaciona hoy en día (diversidad e inclusión, sustentabilidad, etc.).
Una de las situaciones con más auge e impacto mediático, es sin duda la responsabilidad ambiental, de acuerdo con Estadísticas de consumidores conscientes del medio ambiente 2023 por The Roundup, el 78% de los consumidores cree que la sostenibilidad es importante y los productos comercializados como sostenibles, crecieron 2.7 veces más rápido que los que no lo eran.
Ante las nuevas ideologías y preferencias, surge el llamado “Greenwashing” o “lavado verde” por su traducción al español. Que es una estrategia de marketing utilizada por algunas marcas para exponenciar o inventar características sobre algún producto, para hacerlo pasar como un producto sostenible, cuando en realidad no lo es o su contribución a la conservación ambiental, realmente es menor a la que predica. En pocas palabras, es una persuasión para capitalizar la creciente demanda de los productos ecológicos al “ponerles la etiqueta verde”.
Este término tiene ya más de tres décadas resonando en las audiencias, sin embargo usuarios de plataformas digitales, activistas y gigantes de la industria petrolera y de la moda, lo han puesto de nuevo en el ojo público al verse envueltos en polémicas que sugieren que detrás de la supuesta responsabilidad social, las empresas únicamente persiguen un interés monetario.
En mi opinión, las empresas y sus líderes navegan en un cauce de comunicaciones complejas, que derivan de temáticas que requieren de mucho análisis y un tratamiento especial. Bajo este contexto, el principal rol de las Relaciones Públicas, es ayudar a garantizar la comunicación efectiva de una genuina propuesta de valor de las empresas entorno a la responsabilidad ambiental, para así obtener el éxito y superveniencia en un mercado en constante evolución mediante la consolidación de una buena reputación online y off line.
Mediante la creación y promoción de contenidos de valor y autoridad (comunicados 4.0, entrevistas en medios relevantes, etc.), así como el entrenamiento en vocería; las RP apoyan a la marca en la comunicación efectiva de su mensaje y propuesta de valor, logrando orientar sus esfuerzos (genuinas estrategias de responsabilidad social y cuidado del medio ambiente), hacia la exposición y capitalización de dicho pensamiento vanguardista.
Cuando una empresa y sus líderes no están preparados para abordar este tipo de temáticas o no tienen un aliado que los apoye a comunicar efectivamente, la comunicación se entorpece, poniendo en riesgo la reputación de la marca y la confianza de sus clientes. Tan solo imagina…estás en una campaña de promoción sobre un producto realmente novedoso y ecológico; pero surge una campaña de desprestigio en redes; las propiedades del producto quedarían en entre dicho, o peor aún, podría suponerse que tu marca está haciendo “Greenwashing” aumentando las posibilidades de verte envuelto en una crisis comunicacional.
Estar a la vanguardia como líder y marca, involucra estar en constante monitoreo de la escucha social; aprendiendo sobre las nuevas temáticas y formatos que sugiere el mundo. El medio ambiente será una constante en la preocupación de los consumidores y en las nuevas implementaciones para las marcas, así que apoyarse con las RP en este panorama de la comunicación actual, será vital para obtener buenos resultados y evitar una posible crisis.
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