Durante décadas, los proyectos de construcción de universidades se concibieron como un ejercicio meramente funcional, con aulas para instruir, pasillos para circular y patios para la recreación. Sin embargo, ese modelo tradicional ha quedado rebasado por los retos actuales y las expectativas de las nuevas generaciones, que buscan entornos educativos más dinámicos, inclusivos y estimulantes. Hoy, estas instituciones deben entenderse no solo como infraestructura, sino como agentes activos del proceso de enseñanza-aprendizaje, capaces de inspirar, motivar y acompañar los hábitos de los estudiantes.
La magnitud del desafío es evidente. En el ciclo escolar 2023-2024, la matrícula en educación superior alcanzó 5.39 millones de estudiantes, la cifra más alta registrada en México. En paralelo, entre 2017 y 2024 el número de planteles universitarios creció 30%, pasando de 9 mil 331 a 12 mil 140 instituciones, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública con una fuerte concentración en estados como Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Querétaro y Puebla. Este panorama abre una oportunidad única para la construcción de infraestructura universitaria capaz de responder a los desafíos que implica educar a la futura fuerza laboral.
El crecimiento refleja una presión creciente sobre el sistema educativo y, al mismo tiempo, una oportunidad para el desarrollo y proyectos de construcción de nuevas universidades que, además de atender la demanda de cobertura, lo hagan respondiendo a los intereses y formas de aprendizaje de las nuevas generaciones; a través de espacios que integren tecnología, sustentabilidad y diseño flexible, y que contribuyan a formar la fuerza laboral que impulsará el futuro del país.
Nuevos edificios universitarios: espacios que impulsan el aprendizaje
La universidad contemporánea ya no se concibe como un conjunto de aulas aisladas, pasillos y patios, sino como un ecosistema integral que favorece la colaboración, la innovación y el bienestar. En este modelo, cada espacio debe aportar al proceso formativo mediante diseños flexibles que se adapten tanto al número de estudiantes como a la dinámica de trabajo, al tiempo que fomenten la convivencia y funcionen no solo como áreas de estudio, sino también como escenarios de creación colectiva.
Diversos especialistas en educación han demostrado que los espacios físicos influyen de manera directa en el rendimiento académico. Según la Universidad de Salford, un entorno educativo bien diseñado puede mejorar el desempeño de los estudiantes hasta en 25%. La diferencia entre aprender en un aula tradicional y hacerlo en un espacio innovador equivale prácticamente a un año de avance académico.
Este cambio de paradigma impulsa a las universidades a entender la infraestructura como una herramienta pedagógica en sí misma, capaz de motivar la creatividad, fortalecer el pensamiento crítico y apoyar el bienestar emocional de los estudiantes.
Modernización de los campus en México
En México, este enfoque ya comienza a materializarse. Diversas universidades privadas han emprendido proyectos de gran alcance con el doble propósito de atender la creciente matrícula y consolidarse como instituciones de vanguardia. La construcción de universidades innovadoras en México se distingue por combinar funcionalidad, sustentabilidad y espacios que fomentan la innovación, reflejando una visión integral de la educación.
De acuerdo con Patxi Borbolla, director de proyectos especiales de GAYA, entre las iniciativas más representativas se encuentran:
- Apertura de nuevos campus en regiones emergentes como Puebla y Querétaro.
- Ampliación de instalaciones con bibliotecas digitales y laboratorios de última generación.
- Espacios adaptados a la educación híbrida y en línea, que integran tecnología avanzada y conectividad total.
- Campus sustentables, certificados bajo estándares internacionales como LEED y alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Áreas de investigación y colaboración interdisciplinaria, diseñadas para impulsar proyectos conjuntos entre estudiantes, académicos y empresas.
De esta manera, la planeación de nuevos campus deja de ser una mera cuestión de infraestructura y se convierte en una decisión estratégica de largo plazo, que impacta directamente en la competitividad académica.
Bienestar estudiantil como ventaja competitiva

Los consejos y propietarios deben considerar que la infraestructura universitaria también contribuye al bienestar integral de los estudiantes. Aulas con ventilación adecuada, iluminación natural y confort acústico favorecen la concentración y reducen el estrés. Asimismo, materiales naturales, colores cálidos y la integración de áreas verdes fortalecen la identidad institucional y generan un sentido de pertenencia.
“Este tipo de elementos genera dinámicas activas, fomenta la autonomía y promueve una relación más horizontal entre estudiantes y profesores. La planeación de los campus del futuro no se limita a levantar edificios. Hoy, las instituciones requieren soluciones integrales que potencien la competitividad académica y mejoren la experiencia estudiantil”, agrega Borbolla.
De acuerdo con el experto, entre otras tendencias observadas a nivel global, en cuanto a losp proyectos de construcción de universidades, se encuentran:
- Universidades verticales en zonas urbanas densas mediante reconversión de edificios.
- Campus internacionales, diseñados para cumplir acreditaciones y estándares globales.
- Infraestructura digital para soportar programas en línea, aulas virtuales y laboratorios inmersivos.
- Espacios híbridos y colaborativos, que se adaptan tanto a la investigación como a la educación continua.
- Construcción sustentable, que integra energías limpias, captación pluvial y áreas verdes.
De esta manera, cada proyecto de construcción de universidades se convierte en un ejemplo vivo de innovación y sustentabilidad, donde la infraestructura también educa con el ejemplo.
La nueva universidad como inversión de futuro
Cada peso invertido en infraestructura educativa moderna es también una inversión en el futuro del país. Las instituciones universitarias que apuestan por espacios sustentables, flexibles y tecnológicamente avanzados fortalecen su prestigio institucional, elevan el valor de su marca y atraen a nuevas generaciones de estudiantes.
Si se considera que la competencia entre instituciones educativas crece cada día, la infraestructura universitaria de vanguardia se convierte en un diferenciador clave. La construcción de universidades, bien concebida y ejecutada, deja de ser un gasto y se consolida como un activo estratégico que potencia la calidad académica, la atracción de talento y las finanzas sostenibles de las universidades.
Sin embargo, para llevar este enfoque de constructibilidad a la práctica, Borbolla subraya que “la verdadera innovación en estos proyectos se logra cuando todos los actores trabajan desde el inicio bajo una visión compartida. No basta con una buena idea; es indispensable una sinergia real entre equipos multidisciplinarios que, mediante metodologías eficaces, aporten valor en cada etapa del proceso y aseguren que la infraestructura universitaria cumpla plenamente su misión educativa y social”.
Por ello, la gestión de proyectos de construcción educativos se convierten en piezas clave, ya que logran traducir las necesidades pedagógicas en soluciones técnicas viables, alineadas con los marcos normativos y con las restricciones de presupuesto y tiempo. Su papel no se limita a la asesoría técnica, actúan como verdaderos socios estratégicos que aseguran que cada proyecto educativo se materialice con visión y pertinencia desde sus cimientos.

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Acerca de GAYA
GAYA es una consultora de proyectos de construcción. Con 39 años de experiencia y una metodología propia, potencia la sinergia entre equipos multidisciplinarios para los sectores de Hotelería, Corporativo, Data Centers, Industrial, Educativo, Cultural, Residencial, Comercial, Entretenimiento y Uso Mixto. Se encarga de llevar a buen término los proyectos, involucrándose en cada etapa, desde la planificación hasta la construcción y la entrega, a través de servicios de preconstrucción, gerencia de construcción, design-build, design-build finance, contratista general y reposicionamiento de edificios. Integra tecnología de punta en la operación diaria para garantizar la transparencia mediante reportes oportunos y eficientes, que aseguran el cumplimiento de su promesa de valor: costo, tiempo, calidad y servicio.



