La industria de la aviación siempre ha sido sinónimo de innovación tecnológica. Desde la navegación asistida por satélite hasta la optimización de rutas mediante inteligencia artificial, las aerolíneas dependen cada vez más de sistemas interconectados para garantizar eficiencia, puntualidad y seguridad en el transporte aéreo. Sin embargo, esta transformación digital, que ha permitido alcanzar nuevos niveles de eficiencia, personalización y seguridad operativa, también ha abierto la puerta a las interrupciones de TI y ciberataques.
Según el Barómetro de Riesgo de Aviación 2025 de Allianz, la principal amenaza que enfrenta la industria este año proviene de incidentes de ciberseguridad. No se trata de un riesgo abstracto; los ataques a sistemas de TI pueden provocar desde interrupciones operativas hasta la exposición de datos sensibles de clientes, con consecuencias directas en la confianza del público y la reputación de las marcas.
Por ello, “la ciberseguridad debe trascender su papel tradicional dentro de las áreas de TI y consolidarse como un eje de la gestión integral de riesgos en la aviación”, señala Enrique Mendoza Arce, CEO de la empresa de soluciones tecnológicasenITma. Añade que “la función de la ciberseguridad no se reduce a proteger infraestructuras digitales, sino a garantizar la continuidad de las operaciones, la integridad de los sistemas críticos y la confianza de los millones de pasajeros que dependen, cada día, de un ecosistema tecnológico seguro y resiliente”.
La aviación ante el reto de blindar su ecosistema digital
La aviación moderna opera como un ecosistema digital de precisión milimétrica, donde cada sistema, sensor y flujo de datos forma parte de una red interconectada que no puede fallar a fin de garantizar la continuidad y la seguridad operacional. Sin embargo, basta una vulnerabilidad —una sola brecha en esa red— para desencadenar una cadena de efectos capaces de paralizar operaciones, alterar la experiencia de miles de pasajeros y poner a prueba la confianza del público.
Un ejemplo de esa fragilidad se hizo evidente a finales de 2024, cuando en pleno auge de la temporada navideña, Japan Airlines (JAL) registró fallas inexplicables en sus sistemas internos. Las pantallas de registro dejaron de responder, las operaciones se ralentizaron y, en cuestión de horas, la venta de boletos tuvo que suspenderse. La causa fue un ciberataque dirigido que, si bien no filtró información de clientes, logró detener temporalmente las operaciones, derivando en retrasos masivos, pérdidas económicas y una herida visible en la reputación de la aerolínea.
Meses antes, otra alerta había encendido las luces rojas en la industria. American Airlines confirmó que actores maliciosos habían logrado acceder a información personal de un grupo de pasajeros, tales como fechas de nacimiento, números de licencia y pasaporte, incluso datos médicos. Aunque el ataque se contuvo rápidamente, la filtración expuso que, incluso los gigantes del aire, con estructuras tecnológicas avanzadas, no están exentos de las vulnerabilidades digitales.

Migrar a la nube, una maniobra para la seguridad en el transporte aéreo
Ante este panorama, la industria aeronáutica se encuentra en una etapa decisiva de transformación. La complejidad y el volumen de datos que gestionan las aerolíneas —desde la planificación de vuelos hasta el mantenimiento predictivo y la experiencia del pasajero— exigen infraestructuras tecnológicas más flexibles, escalables y seguras. Por esta razón, Mendoza Arce indica que la migración de aplicaciones y sistemas hacia entornos en la nube, además de representar una evolución natural, es una acción prioritaria para mejorar la seguridad y la ciberresiliencia en el transporte aéreo.
La nube permite centralizar la administración de los recursos digitales y desplegar capas de protección mucho más dinámicas que las que ofrecen los entornos tradicionales. Desde allí, las aerolíneas pueden supervisar en tiempo real el comportamiento de sus sistemas, detectar anomalías mediante inteligencia artificial y aplicar medidas de contención automatizadas antes de que un incidente afecte la operación.
Además, los proveedores de servicios en la nube ofrecen infraestructuras certificadas bajo los estándares más estrictos de seguridad y cumplimiento normativo, lo que reduce la carga operativa de los equipos internos y garantiza una protección continua frente a amenazas emergentes. Esto resulta especialmente relevante al considerar los tipos de riesgos en la aviación y su gestión operacional, donde factores tecnológicos, humanos y organizacionales deben abordarse de forma integrada para mantener la continuidad y la seguridad del ecosistema aeronáutico.
Para Enrique Mendoza Arce, “la nube no solo aporta agilidad y eficiencia, sino que se ha convertido en un factor crítico en materia de ciberseguridad. Su capacidad para integrar herramientas de monitoreo, respuesta y análisis predictivo, en un solo entorno, facilita una defensa coordinada y efectiva frente a ataques cada vez más sofisticados”.
Es indudable que la conectividad, la automatización y la inteligencia artificial seguirán ampliando las fronteras de la eficiencia y la experiencia del pasajero. Pero, al mismo tiempo, redelinearán las fronteras del riesgo, obligando a la industria a repensar su enfoque hacia la protección digital y la resiliencia operacional.
Blindar el ecosistema digital de la aviación no se limita a invertir en tecnología, sino a construir una cultura organizacional donde la ciberseguridad sea un valor transversal, incorporado en cada proceso, decisión y proveedor. Porque cuando todo está conectado, un solo punto débil puede comprometer todo el sistema; de manera que la verdadera protección surge de la anticipación, no de la reacción.
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Acerca de enITma
enITma es una empresa líder en soluciones tecnológicas para la industria aérea. En 2025 celebramos 10 años de éxitos, ofreciendo soluciones especializadas para las áreas clave de las aerolíneas, incluyendo Finanzas, Comercial, Operaciones, Recursos Humanos y Tripulaciones. A lo largo de esta trayectoria, enITma ha desarrollado más de 100 aplicaciones e integraciones en la industria aérea, consolidándose como un aliado estratégico de las aerolíneas en su transformación digital. Entre sus soluciones, destaca el sistema financiero de facturación y conciliación (Invoicing & Settlement System – ISS), reconocido como uno de los principales sistemas utilizados por la industria. Durante el 2024, los sistemas de enITma facturaron más de 100 millones de boletos de avión, reflejando la confianza de nuestros clientes y el impacto de nuestras soluciones en el sector. Para más información visite https://enitma.com



